¿Conoces la anatomía de la mujer?

La anatomía de nuestros genitales se puede dividir en dos secciones, la parte más externa y la parte más interna.

Los genitales externos están formados por:

  • La vulva está constituida por un conjunto de genitales femeninos, donde se incluye los labios vaginales, el clítoris, la abertura de la vagina, el orificio uretral y el monte de venus.
  • El monte de Venus es una prominencia adiposa que está situada encima de la sínfisis púbica a partir de la cual se originan los pliegues longitudinales de piel formando los labios mayores, que a su vez rodean a los labios menores.
  • Los labios menores se unen por delante formando el prepucio del clítoris, mientras que por la parte posterior se fusionan formando parte de la horquilla vulvar.
  • Los labios vaginales pueden ser diferentes en color y en tamaño. Además pueden ir cambiando dependiendo del día del ciclo en el que nos encontremos. Hay que ver que maravilla el cuerpo, cómo funciona y se adapta al día del ciclo en el que nos encontramos.
  • El clítoris es un órgano eréctil situado en la sínfisis del pubis, formado por los cuerpos cavernosos. Dos centímetros por debajo se encuentra el meato uretral, aquel orificio que a veces no sabemos identificar, y por dónde sale la orina.
  • Independientemente de que todas tenemos los mismos elementos en nuestro aparato femenino, ninguna estructura es igual, es la variedad esta el gusto, por lo que debes conocer tus genitales tanto externos como internos, aceptándolos y disfrutando de ellos.

  • En el vestíbulo vaginal se haya el himen, una membrana cutánea mucosa, delgada y vascularizada que puede presentar diferentes formas, grosor o tamaño dependiendo de la mujer.
  • La obstrucción de dichas glándulas pueden obstruirlas produciendo un quiste, que dependiendo de la mujer y del caso pueden ser dolorosas o indoloros. Cada caso debe ser valorado por un profesional.

Los genitales internos están constituidos por el útero, la vagina, los ovarios y las trompas de Falopio, con una relación directa con las vísceras de la pelvis menor, el colon, la vejiga y la uretra.

  • La vagina es un órgano en forma tubular que conecta los órganos genitales externos con el útero. Juega un papel muy importante en la menstruación y en el momento del parto. Debido a las mucosas que forman parte de la vagina es importante garantizar una buena hidratación. Dependiendo de la edad de la mujer, esta lubricación puede verse afectada.

Por lo que te recomiendo que cuides de tu higiene íntima. Usa jabones con un ph neutro, adecuado a tu zona vaginal, evitando siempre el uso del champú del cuerpo, ese tipo de productos puede irritar la flora vaginal.

Además, te recomiendo utilizar aceites vegetales cómo la rosa mosqueta para hidratar tus mucosas externas, dándole durante el embarazo una hidratación extra. Para el masaje perineal te recomendaré más productos, garantizando la hidratación interna.

  • El útero es un órgano situado en el centro de la pelvis, detrás de la vejiga y delante del recto. Se encuentra sujeto por varios ligamentos que mantienen su posición y que van oscilando dependiendo de la etapa de la mujer.

Dichos ligamentos pueden producir dolor, o en las relaciones sexuales o en las menstruaciones por lo que es importante valorar a cada mujer para poder saber en que estructura hay una rigidez.

Ésta formado por el cuello uterino, también conocido como el cérvix y el cuerpo. El cuerpo del útero presenta fibras musculares, que dependiendo del momento de la mujer se van contrayendo, como ocurre en la menstruación y en el parto.

  • Las trompas de Falopio, están compuestas por dos trompas que se extienden desde los bordes superiores del útero hasta los ovarios. No se conectan directamente al ovario, sino que, debido a su forma de fimbrias, cuando el óvulo se libera del ovario, estás lo guían hacia la trompa. Aquí es donde se produce la magia de la fecundación.
  • Los ovarios, se unen al útero a través de ligamentos. Producen hormonas sexuales liberando óvulos. 
  • La vejiga se encuentra detrás de la sínfisis púbica y por delante del útero y de la vagina. Debido a su localización tiene un papel fundamental para la mujer.

or su vulnerabilidad anatómica, la mujer es propensa a sufrir disfunciones como la incontinencia urinaria o los prolapsos, es decir, descensos de las vísceras. No sólo ocurre en el embarazo debido a la presión del bebé, sino que también le ocurre a mujeres que han tenido que someterse a una histerectomía, es decir, una extirpación del útero o de alguna de las partes de este. Esto supone una modificación de acople de las otras vísceras, favoreciendo a los descensos viscerales.

Por eso es tan importante tener unos hábitos diarios saludables tanto en la defecación como en la micción para asegurar que nuestras vísceras no sufren mayor hiperpresión, además, de proporcionarle un sustento con la musculatura del suelo pélvico que hablaremos a continuación.

Después de este recuerdo anatómico, es importante que hablemos del suelo pélvico o periné.

¿Podrías decirme que es el Suelo Pélvico o Periné?

Seguramente cuando hablamos de este término, la primera cosa que se te venga a la cabeza son los ejercicios de Kegel. Sí, esas contracciones voluntarias de la vagina que realizas cuando estas haciendo Pipi.

O esos músculos que solamente hay que trabajar cuando estamos embarazadas o tenemos incontinencia urinaria.

Bueno o esos músculos que solamente tienen las mujeres, estos y muchos mitos los veremos más adelante en el libro para que entiendas y conozcas cuál es la verdadera evidencia de los temas relacionados con el suelo pélvico y que tanta controversia genera.

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